Septiembre avanza poco a poco y los txikis de Andramari Zornotzako ikastola siguen con sus respectivas adaptaciones.
Este proceso supone una montaña rusa de emociones para todos y todas, vienen contentos, pasan por la tristeza y vuelven a ser felices jugango en cuestión de 5 minutos.
La ayuda de las familias es fundamental estos días para conocer las costumbres y la forma de ser de cada uno de ellos, de esta manera podremos afrontar el día a día con confianza.
Y entre los diferentes conocimientos que irán adquiriendo, van conociendo diferentes lugares de la ikastola y en aquellos que se sienten más cómodos juegan y disfrutan a lo grande.