La Ikastola les ofrece un contexto que les garantiza la seguridad y potencia sus capacidades para que puedan desarrollarlas al máximo.

Los niños y niñas son semillas que germinarán de manera natural. Sin embargo, para que esa semilla florezca con mayor fuerza y belleza necesita un sustrato adecuado, y suficiente agua y luz. Nuestra labor es cuidar y cubrir las necesidades de cada semilla, con amor.

En el proyecto Hazia los protagonistas son los niños y niñas, y la persona educadora es su compañera de viaje, cuidando los ritmos biológicos y cognitivos de los niños y niñas y garantizando el clima adecuado para su bienestar emocional. Nuestra labor principal es, por lo tanto, acompañar al desarrollo de las capacidades propias de cada niño y niña.

Conscientes de que las bases de la personalidad se forman durante los primeros seis años de vida, trabajamos junto con las familias para conseguir el desarrollo integral de los niños y niñas, ya que sus propias las iniciativas son las que influirán en sus motivaciones por el estudio y en el camino de la socialización de las relaciones. Así, los niños y niñas construyen su personalidad y su autonomía mediante las experiencias vividas junto a sus compañeros y compañeras y las personas adultas que los rodean, y adquiere las bases imprescindibles para el resto de su vida.