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El curso 2021-2022 lo hemos tenido lleno de grandes retos, y el próximo verano y curso será similar. La opinión de las familias es imprescindible para definir los objetivos marcados por Andramari Zornotzako Ikastola, así como para gestionar las leyes que cambiarán y afectan a la educación y a la ikastola. Por ello, el 15 de junio tendremos Asamblea General. Hablamos con Mikel Aranburu y Amaia Ramírez, miembros de la Junta Rector, de sus presencias y de la importancia de acudir a la Asamblea General.

Han sido años especiales, como lo fue en vuestro caso. ¿Cómo habéis vivido, como miembros del rectorado, la etapa de la pandemia?

MIKEL ARANBURU: Es nuestro primer curso como miembros de la dirección y nos ha atrapado la etapa más flexible de esta pandemia. A los/as miembros del equipo directivo de los 2 cursos anteriores les debemos el haber gestionado esta compleja y desconocida situación de la forma más tranquila posible y generando confianza en la ikastola.

AMAIA RAMIREZ: Comenzamos el curso con mucho respeto; las circunstancias vividas, las incertidumbres, las dudas, nos han dado ciertos quebraderos de cabeza. Teniendo dentro de nosotros/as la tensión y la responsabilidad que supone una nueva situación desconocida, de repente teníamos que tomar muchas decisiones, pero como desde la dirección las cosas han estado bastante unidas, hemos estado más tranquilos/as.

La próxima Asamblea General nos ayudará a mirar hacia adelante, porque hay muchas cosas que trabajar. ¿Cuáles principalmente?

M.A: Todos son importantes, pero yo destacaría dos puntos. La primera es la coeducación diagnóstica realizada en el contexto educativo de la ikastola. Aunque las conclusiones de esta investigación también se pueden recoger en cualquier otro contexto social, la ikastola es el contexto más cercano que nos motiva y eso nos exige ser cuidadosos/as.

La segunda, ineludiblemente relacionada con la anterior, es la actualización de los espacios exteriores de la Ikastola. El contexto educativo actual exige que los espacios educativos estén totalmente alineados y para ello es necesario adecuar los espacios exteriores.

A.R.: Este año destacan la propuesta de transformación espacial exterior, la presentación del Plan de Coeducación y la actualización de los estatutos.

Pero tengo que decir que en la ikastola estamos haciendo un bonito trabajo, alumnado-profesorado-plantilla y padres y madres, colaborando en la construcción de la ikastola que queremos tener en el futuro. Por otro, hay puntos que hay que cumplir por ley. Es decir, las relativas al área económica de la cooperativa (cuentas anuales, presupuesto y variaciones de cuotas).

M.A.: Si volvemos a dirigir la mirada más allá de la ikastola, mencionaría el proceso BIHAR que estamos desarrollando de la mano de Ikastolen Elkartea. Se trata de identificar y definir cuáles serán los retos de futuro a partir de la situación de las ikastolas actuales.

¿Habéis cambiado mucho vuestra mirada como padres o madres y vuestra mirada como parte de la dirección? ¿En qué os ha cambiado?

M.A: Se ha abierto la mirada y se ha alargado. La mirada de los padres y las madres no se extiende porque uno/a advierte de la realidad más amplia de la ikastola. Temas ligeros, profundos, complicados, cercanos… Por otro lado, también se prolonga al fijarse retos a largo plazo. Es decir, del papel de padres y madres nos llevamos la mayoría de las veces las luces cortas del coche. Como mucho, tenemos el periodo de un curso en la mirada. En la Junta Rector, además de abordar el día a día, hay que mirar más lejos. Tenemos que poner las luces largas del coche para definir los retos para los próximos 4 años.

A.R.: En mi caso soy antigua alumna y ahora madre. Como estudiante no valoras el trabajo que hay detrás (un trabajo gordo) pero ahora quiero destacar la importancia que tienen las tareas y deberes que se cocinan en la parte trasera con la intención de mantener, transformar y mejorar la ikastola como miembro de la junta, tanto para el futuro de nuestra ikastola como para el de nuestros/as hijos/as (y de la siguiente generación). Uno de los pilares de ese trabajo somos los padres y las madres y sobre todo la participación que tenemos, porque esto es imprescindible. Si nosotros/as no estamos esto no saldrá adelante.

Tenemos padres/madres y familias de diferentes colores, formas y modos, y tomar decisiones que son favorables a todos/as es imposible. Sin embargo, nosotros/as estamos aquí porque creemos en la ikastola y confiamos en que todas las decisiones tomadas redunden en beneficio de todos/as, porque queremos construir el futuro de nuestros/as hijos/as junto con la ikastola. Ahora conozco mejor la ikastola y quiero seguir trabajando con total convicción.

“Si en la ikastola no hay participación de los padres y madres, la ikastola se queda coja”

¿Por qué es importante acudir este año a la Asamblea General?

A.R.: Uno de los derechos de los padres y las madres de la ikastola es nuestro poder de decisión. En él tenemos que tomar decisiones importantes: transformación de espacios exteriores, presentación del plan de Coeducación, actualización de los estatutos, etc. Por eso queremos invitar a participar en la Asamblea General para que esa decisión pueda llevarse a cabo.

M.A: Siempre es importante ir a la Junta General. La Ikastola eligió como forma jurídica a la Sociedad Cooperativa y ésta coloca al/la socio/a en el centro. La Asamblea General sería uno de los instrumentos necesarios para garantizar la participación de los/as socios/as.

¿Qué importancia ha tenido la colaboración de los padres y las madres? ¿Y qué importancia va a tener de cara a la próxima Asamblea General?

A.R.: Como decíamos antes, si en la Ikastola no hay participación de los padres y madres, la ikastola se queda coja. Miembros de la dirección, representantes de los padres y madres, si los/as miembros de la comunidad educativa no realizamos la colaboración, la ikastola perdería el sentido y seríamos uno más del sistema educativo.

M.A: Recuerdo cómo nuestros/as padres/madres nos explicaban que, a la hora de preparar las colonias de verano de julio, van a ser poco más de 50 años, que habían limpiado completamente un pesebre grande y lo habían convertido en una piscina.

Si el proyecto de la ikastola tiene que salir adelante lo necesita con la colaboración de los padres y las madres. Pienso que hay que empezar desde lo individual y llegar a la comunidad en el trabajo en equipo.

Los/as que formamos la comunidad de la ikastola somos muy diferentes. No todos/as pensamos igual. No tenemos el mismo apego a la ikastola como concepto. No tenemos los mismos conocimientos, habilidades o capacidades. Y lo más importante, la capacidad de disponibilidad también es diferente. La realidad es compleja, pero también rica.

Por eso es importante que uno/a esté satisfecho/a con su grado de implicación, que se sienta cómodo/a y que disfrute con lo que hace. Sólo tenemos que colaborar con lo que tenemos y lo que tenemos es mucho. El buen clima de colaboración es imprescindible.